Check-in #31 — Un hotel con cine
Los cines son, como los hoteles, lugares maravillosos donde desconectar, cargar pilas e inspirarse. Juntarlos puede ser una buena idea.
Estamos a finales de julio y, si bien lo habitual es estar discutiendo sobre si es mejor el bromo o el cloro para mantener una piscina a raya yo vengo a hablar sobre salas de cine. Cada cual con sus manías. Creo que los cines son unos de los pocos refugios climáticos decentes y asegurados que quedan en muchas ciudades. Uso precisamente el adjetivo “asegurado” porque ya no se sabe hasta dónde va a llegar el calentamiento global: hace unos días estuve trabajando en un maravilloso hotel en Helsinki donde descubrí que no tenía que usar el paraguas ni la chaqueta que llevaba pues hacía sol y 25 grados de media. Los cines siguen siendo un valor seguro en ciudades cada vez más cálidas.
Por eso le estaba dando vueltas a que hay muchos cines que han salido en la gran pantalla pero poco a poco hay más cines dentro de hoteles. No tanto con el objetivo de tener una programación regular al público sino más bien para alquilar la sala para proyecciones privadas, ver una competición deportiva entre amigos, enchufar una consola y pasar una buena tarde o simplemente tener una presentación audiovisual en unas butacas mucho más cómodas que las que habitualmente suele tener la sala de un hotel. Todos nos hemos hundido bien a gusto en una buena butaca de cine. Por eso he encontrado tres opciones interesantes:
El cine como una sala más del hotel: W London
No debe ser fácil rentabilizar una sala de cine dentro de un hotel, por eso hay muchos como The Londoner que cuentan con una sala de cine abierta al público conectada por un pasillo con el hotel.
En esa misma plaza de Leicester Square el W London muestra sin ambages su sala privada con proyector 4K, pantalla 4D y 38 asientos rojos para no perder la tradición de un buen cine:
Conectar un cine al hotel: Roxy Cinema New York
En una esquina de TriBeCa está el Roxy, un hotel de lujo que cuenta con una preciosa sala con 118 asientos y un diseño art-deco que no deja a nadie indiferente. Cuenta también con una programación propia:
Dar varias opciones para ver una película: Hotel Paradiso
A falta de cine este hotel parisino tiene tres opciones para ver una película: o bien en una suite privada especialmente preparada para ver películas, o bien en uno de los palcos privados que tienen para sus huéspedes en el cine alojado en sus bajos o bien con una proyección en el jardín de su azotea. Será por opciones:
A mí desde luego ya me apetece volver a ver Juliette Binoche a las órdenes de Kieślowski bien sumergido en una butaca de cine y con un buen aire acondicionado, dime que no soy el único.
Nos vemos en el próximo check-in.